35 instituciones educativas participan en “Aprendiendo con Energía”, organizado por Elecaustro
11/12/2022Sony te ofrece increíbles opciones en tecnología para regalar
12/12/2022Cada vez que se acerca un proceso electoral, los ciudadanos nos preguntamos si es que debemos o no participar en política, si es que cada uno de nosotros somos o no seres políticos. Respuesta que es dada lamentablemente por “políticos”, con el propósito de limitar la práctica de un derecho humano y allanar su camino como los ungidos de la tarea política. Asimismo, no les interesa la masificación de la participación ciudadana, porque limita su círculo, juegan con nuestras pasiones, manipulan nuestros sentimientos y nos convierten en sus cómplices.
El ser humano no puede vivir solo, el sentirse acompañado es parte de su esencia y esto lo convierte en un ser social, pero para vivir en armonía y alcanzar las metas que se plantea con las personas con las que convive, es necesario una herramienta, una estructura que sostenga la comunidad, le dé dirección y la fortalezca. La vida es política, el ser humano es un ser político por naturaleza como decía Aristóteles, un animal dotado de inteligencia, voluntad y libertad que busca actuar y asociarse para llegar a la equidad. Se hace necesario conocer la sociedad y la realidad nacional, para luchar por ella con dedicación, responsabilidad en la búsqueda de la plenitud humana.
El ser político es gobernar, pero no refiriéndose necesariamente al cargo, sino comenzar a gobernar nuestras inquietudes, fortalezas y debilidades y transformarlas en convicciones que cohesionen una mejor ciudadanía, un mejor futuro como bien señala la maestra en filosofía Monserrat Salomón. Necesitamos seres políticos en estos tiempos difíciles y de coyuntura, que representen al verdadero ser empático y ciudadano. El estado debe promover la formación política, con mecanismos reales de participación ciudadana, el ser político es noble y meritorio, derecho que en muchos de los casos es vulnerado por el poder social y económico. Invito a mis conciudadanos a interesarse de la cosa pública, a leer, investigar y razonar nuestra visión sobre la sociedad y la política para no ser engañados ni manipulados.
La participación ciudadana debe buscar la coexistencia y corresponsabilidad con los asuntos públicos, para el mejoramiento de nuestras comunidades. Es un gran escenario en donde la gente lidere la participación, se aferre más a los valores morales, la motivación, el respeto mutuo, la voluntad, honestidad, reciprocidad y responsabilidad, para mantener vivo a cada individuo en la lucha por sus ideales. Necesitamos transformar a la sociedad en un conglomerado analítico, crítico, deliberante y la construcción de una nueva ciudadanía, basada en liderazgo y el buen vivir. (O)