Cultura, ¿un tema sin importancia?

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Se acerca un nuevo año de elecciones y las propuestas de campaña han comenzado a sonar, siendo la recuperación económica y la lucha contra la corrupción los principales  ofrecimientos para lograr más votos.

Pero hay un tema que no se lo ha tomado en cuenta o sigue siendo de menor importancia, o quizás de nula relevancia, y este es el cultural.

Durante años la cultura se ha encontrado en la constante lucha por encontrar espacios y leyes que lo acojan, siendo recurrentes las trabas dentro del sector público o el interés económico sobre el artístico en el sector privado. 

En algunos países – tomando Alemania por ejemplo – la cultura en cambio es tan importante como otros sectores, demostrado por su apoyo durante esta etapa de pandemia.

Pero en Ecuador sólo se hace eco de su importancia cuando aparece un ejemplo de perseverancia donde, tras lograr un reconocimiento extranjero, las autoridades sacan a flote su “valor” para después volver a ignorarla u olvidarla.

 La actual crisis ha golpeado a muchos sectores del país, pero el cultural permanece como el último eslabón económico, dejando en la incertidumbre a muchos trabajadores de la artes en medio de una situación difícil no sólo por subsistir, sino para mantener a flote esta necesidad intangible.

Dejando de lado a la cultura, que representa poner de manifiesto el debate de muchos de los problemas que se presentan en la actualidad, la población pierde la oportunidad de tener presente el análisis y la crítica.

Y es que por medio de la cultura una sociedad es capaz de decidir y reconocerse, pero mientras prevalezcan otros intereses en la política nacional, la cultura permanece como un tema sin importancia, provocando a futuro no sólo un país desinteresado sino apático de todas las manifestaciones artísticas que seguirán apareciendo con o sin apoyo; y esto, a largo plazo, prolongará la repetición de los principales temas en cada nueva elección sin lograr un verdadero desarrollo de ideas.   

Sin cultura tampoco hay progreso.