Colombia: Paro Nacional
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10/05/2021En éstos últimos días hemos sido testigos y partícipes de un debate necesario, que nos permita cambiar los paradigmas de movilidad y repensar la ciudad. Siempre he sostenido, que una de las enfermedades urbanas que padece Cuenca es la movilidad, producto de un obeso parque automotor, en donde se privilegia al auto y no al ser humano. Se requiere partir de una nueva visión de ciudad, una transformación cultural hacia una concepción más sostenible, devolviendo calidad y vitalidad al espacio público al ciudadano, al incorporar una nueva forma de transportarse de una manera organizada, segura con reglas claras para todos los que compartimos los viarios.
Considero que los diferentes actores de la movilidad debemos compartir la calle y el espacio público, me gustaría vivir en una ciudad que sepa respetar y que no necesite segregar, dividir o diferenciar y por eso sostengo que debemos pensar en luchar por sistemas equilibrados. No es necesario segregar sino activar un proceso de educación real y de mucho acompañamiento legal y político para compartir los espacios. Creemos que la ciudad es de todos y que la calle es un espacio compartido, garantizar una movilidad adecuada para las personas es una señal de equidad porque permite que todos podamos acceder a los beneficios de la vida urbana.
La bicicleta es un vehículo y tiene el derecho de desplazarse por los viarios, ojalá siempre por la calzada; pero, debido a la cultura aún imperante, se hace necesario en ciertas vías separar a los ciclistas de los medios motorizados, por consiguiente estoy a favor de las ciclovías. El diseño de infraestructura de una política ciclo-inclusiva debe contar con la participación ciudadana sin exclusión, para garantizar su permanencia en el tiempo, el error está en no trabajar de modo integral basados en un Plan Maestro de Movilidad como política pública de ciudad. Pero sabemos que éste no es el único camino, se requiere crear Zonas 30 y la pacificación de los viarios, se requieren planes y programas para reducir el parque automotor en circulación y contar con un transporte público digno y de calidad.
A quienes están en contra de las ciclovías, respetando sus puntos de vista, les invito a repensar la ciudad. El tema de la movilidad sostenible, tiene el potencial de ser un catalizador para reactivar la ciudad, la incorporación de la movilidad no motorizada y su integración con los sistemas de transporte público dinamizaría el centro urbano. El mejoramiento de los espacios públicos brinda mayores posibilidades de interacción entre los habitantes y les da un sentido de mayor pertenencia y acogimiento, todo en beneficio del buen vivir.