Política de cartón
28/05/2024Las mujeres y la ciudad
09/06/2024En la parte alta de la provincia del El Oro, se cultiva un recurso que pocos conocemos en su verdadera magnitud: el café. Con variedades exquisitas como el arábigo, caturra, robusta y otras desarrolladas específicamente en la zona; el café de El Oro destaca por sus propiedades aromáticas y texturas excepcionales. Sin embargo, se enfrenta a barreras que ensombrecen su brillo. La falta de tecnología y técnica adecuadas en las fases de tueste, molido, empaque y comercialización, afecta considerablemente la calidad del producto final.
El tueste profundo, comúnmente utilizado debido a la falta de equipos y conocimientos especializados, arruina las complejidades aromáticas y el sabor del café. Un empacado precario facilita la contaminación del producto con otros aromas y humedad, desmejorándolo aún más. Esta cadena de dificultades deviene en consumidores insatisfechos que, en el peor de los casos, terminan concluyendo que el café de El Oro carece de excelencia.
Este comportamiento no solo afecta a los consumidores locales, sino también a la reputación del café de la provincia en mercados más amplios. Territorios vecinos en la parte suroccidental de Loja, con pisos climáticos similares, han logrado posicionar su café tanto en el mercado nacional como extranjero, cuidando precisamente toda la cadena de producción.
Considerando lo anterior, la parte productora de café en la provincia podría convertirse en una potencia, si se abordan estas deficiencias con una estrategia integral y mancomunada. Para transformar esta situación es imperativo una minga que involucre a todos los actores del sector cafetero.
Los gobiernos locales deben reconocer y apropiarse de este recurso estratégico, implementando políticas públicas que brinden apoyo en todas las fases de la producción cafetera. Asimismo, es fundamental desarrollar una cultura de consumo de café. Hay que implementar festivales, ferias y campañas que permitan la degustación y el acercamiento del consumidor hacia la magia del café.
Hay que verbalizar y comunicar al consumidor sobre las bondades y características únicas del café orense. Este cambio de percepción sin duda va a generar una altísima demanda, incentivando a los productores a mejorar continuamente su producto. Hay que armar una gran estrategia entre productores, cafeterías, baristas y comerciantes de café, para desarrollar mejores alternativas de producción, servicios y experiencias irrepetibles en los consumidores de este producto que diariamente se hermanan en 2.600 millones de tazas de café consumidas en todo el mundo.
Por las consideraciones expuestas, el café de la parte alta de El Oro tiene un gran potencial que necesita ser considerado. Con un esfuerzo coordinado y un enfoque de mejorar la experiencia en los consumidores locales y nacionales, no solo que se puede satisfacer a los amantes del café, sino también impulsar la economía en la zona sur del país. (O)
Autor: Ángel Orellana Flores