Oh, almita en pena del notario machaleño Cabrera que hace catorce años te moriste, llevándote millones de dólares a la otra vida. A ti, que hasta profanaron tu ataúd para comprobar si tenías ahí la plata, yo te invoco. Dime: ¿dónde está don Quevedo, digo mi cabo primero Nazareno que te copió el negocio y ofrecía pagar intereses del 90 % en una semana a quien le confiara su plata?
Almita en pena del notario Cabrera, dime si mi cabo Nazareno te contactó para que le asesores cómo se hace para vivir del dinero ajeno, cómo le hago para transformar mi capital de 20 dólares o por lo menos dime de dónde salió este gallo oculto con semejantes ideas.
Dime también, almita en pena, cómo así el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas le tenía a semejante talento de mi cabo primero Naza, en la humilde función de clase de semana con la pequeña tarea de hacer formar a los reclutas de su batallón, cuando una cabeza de sus dimensiones debería estar administrando el Seguro Social de las Fuerzas Armadas, el ISSFA, ese seguro militar que ya mismo quiebra por confiar a inversionistas chimbos la plata de unos 100.000 militares activos y jubilados.
Hubieran confiado en mi cabo don Naza y en dos semanas recuperaban el billete perdido que hoy los tiene al borde del suicidio. Hasta los amigos del seguro policial ISSPOL era que le confíen sus dólares a Don Naza. Qué digo el ISSFA y el ISSPOL, el presi Guillermo es que le lleve de ministro de Finanzas; ni el presi Correa que tanto hablaba de la meritocracia, ni don Lenín se dieron cuenta que tenía en las filas del ejército a tal lumbrera como simple soldado de Infantería, cuando hubiera bastado unos meses de Don Naza en el ministerio de Finanzas en para licuar la deuda supermillonaria con los chinos.
Tan pilas, Don Naza, que ha trabajado oculto de sus panas del P2, del B2 y del D2, o sea la inteligencia militar de su cuartel, de su brigada, de su división. Es decir, quiero creer que ha estado oculto porque no me quiero imaginar que lo sabían y no dijeron nada.
Talento también de Don Naza para hacer plata, para atraer clientes por millares, para multiplicar dólares por millones, todos esos escritores de obras como “Piense y hágase rico”, ¨Cómo ser millonario”, “Padre rico, padre pobre, son de a gato unos verdaderos gatos frente a Don Naza que no escribe, sino que nos demuestra cómo.
Quítense ingenieros en Marketing y MSCs en Banca y Finanzas, Don Naza tiene un genio superior hasta para crear nombres y marcas de negocios como ese Big Money, moneda grande, sugerente de plata abundante y al instante (aunque esté oculta la forma como se multiplica). Don Naza debería ser nombrado conferencista perpetuo, profesor invitado a todas las facultades del país; pero qué digo profe invitado, decano o doctor honoris causa (Drhc) debería ser y firmar bajo su nombre. Don Naza, Don Naza, ra-ra-ra…(O)