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12/10/2022Desde que comenzamos a tener acceso a internet, aparecieron prácticas agresivas que ponen en riesgo nuestra libertad de expresión.
Con el pasar de los años, las estrategias digitales han evolucionado y el comunicar por medio de redes sociales también. Recuerdo hace algún tiempo como las personas rechazaban el uso de las mismas ya sea para sus negocios o como medios de comunicación; está claro que lo hacían por desconocimiento.
Hoy en día pienso que todo negocio, emprendimiento y persona debería tener presencia en al menos dos redes sociales distintas, ya que esto permite el consumo constante de información en un mundo donde cada vez la desinformación –lamentablemente– gana terreno.
No me considero un activista digital, tampoco un sabelotodo. Pero gracias a mi trabajo he tenido la oportunidad de participar en varios espacios de educación digital donde he mencionado la importancia de que nosotros vayamos educando a nuestras audiencias. Probablemente no sea sencillo ya que las personas se dejan llevar fácilmente por las cadenas de WhatsApp, algún post malintencionado de Facebook o incluso un título llamativo de algún artículo en internet.
Las preguntas que constantemente respondo por mi Instagram @PedroJijonG también tiene que ver mucho con lo que mencionamos que es cómo evitar a los famosos trolls o cuentas que realizan ataques masivos coordinados hacia una persona. Como lo mencionada al inicio de este artículo, las estrategias implementadas por estos grupos de cuentas –muchas de ellas recién creadas– son a veces muy complejas, incluso logran engañar al famoso algoritmo de las redes sociales y logran su cometido que muchas veces es amedrentar a los usuarios que generan opinión de manera libre.
Entonces, ¿los trolls atentan a la libertad de expresión? Pienso que sí. Cuando realizan ataques masivos y coordinados, amedrentan a las audiencias con insultos, amenazas de muerte, etc. Todo esto para apagar las opiniones que podrían afectar a ciertas personas. La decisión de estas audiencias muchas veces por temor es la de ya no generar opinión o cerrar las cuentas en redes sociales. También he sido blanco de ataques muchísimas veces por medio de mi Twitter @PedroJijonG cuando he publicado opiniones de temas que a muchos usuarios no les agrada.
La solución para evitar este tipo de ataques en redes sociales no es darnos de baja de las mismas, es identificarlos y generar las denuncias respectivas dentro de la misma red social, créanme, si funciona. También existen varios factores –algunos muy técnicos– para detectar cuentas falsas pertenecientes a los denominados Troll Centers y quienes son los que financian estas prácticas aberrantes del mundo digital.
Considero que, al exponer una opinión en redes sociales, navegar por internet o simplemente estar conectados a una red wifi nuestra actividad pasa a convertirse en pública y espero en un próximo artículo poder profundizar sobre este complejo tema que pone bajo amenaza a nuestra libertad de expresión en el mundo digital. Los invito a seguir generando opiniones responsables sin importar la plataforma digital que utilices y evitar caer en el juego de los trolls. (O)