Sueños de ciudad
29/04/2024Política de cartón
28/05/2024El control de la velocidad del tráfico vehicular en Cuenca, es uno de los desafíos más grandes y por ende requiere una respuesta urgente por parte de las autoridades. Tenemos un serio problema de seguridad vial que está empeorando, y que afecta fundamentalmente a los actores vulnerables de la movilidad; por consiguiente, se debe utilizar diferentes estrategias para conseguir la pacificación de los viarios, incluyendo trabajos de ingeniería, establecimiento de límites de velocidad, control, vigilancia, sanción y educación a los usuarios de las vías.
Convencer a los conductores de que conduzcan dentro de los límites de velocidad, representa más que un desafío, la circulación a un máximo de kilómetros por hora permite reducciones sustanciales de la contaminación acústica y del aire, asimismo el peligro que supone el tráfico para el resto de usuarios, se ve fuertemente disminuido.
La Planificación Urbana debe emular varios ejemplos a nivel internacional, se deben adoptar acciones para convertir a peatones y ciclistas en protagonistas, con el objetivo de bajar las cifras de accidentes de tránsito. La propuesta es reducir las velocidades, el argumento mayor para tomar esta medida se basa en que a 70 y más kilómetros por hora no se salva nadie, a 50 se salva el 50% y a 30 se salvan el 95%. Claro está, que la medida supondrá una mejora significativa para la sostenibilidad y la seguridad vial en la ciudad, con el simple cambio de jerarquía en la importancia que le damos a la relación peatón, ciclista y vehículo, nuestra ciudad sería más humana y habitable.
La creación de las denominadas “zonas 30” puede tener múltiples efectos positivos, mejora nuestra calidad de vida en la medida en que reduce los niveles de ruido, hace más fácil el cruzar la calle, reduce las emisiones contaminantes, eleva la calidad del aire, una circulación más suave de los vehículos y a una mejora de la habitabilidad y sostenibilidad de la ciudad.
Cuenca no cuenta con un Plan Maestro de Movilidad, declarado como política pública por parte del Concejo Cantonal, eso hace que entre otros aspectos el control de velocidad y la seguridad vial sea muy eficiente. Al existir un plan, contaremos con un sistema para reducir el parque automotor en circulación, siendo un factor fundamental para bajar los excesos de velocidad y por ende los niveles de accidentabilidad.
La cultura de movilidad debe estar basada en el respeto entre todos los actores, se debe desechar asimismo la “viveza” de algunos ciudadanos a través de redes sociales que anticipan los operativos del control de velocidad que se realizan por parte de los agentes de tránsito. (O)