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29/03/2021Dentro del proceso electoral para la elección de presidente y vicepresidente, estamos viviendo la etapa de la reflexión previo al día del sufragio. El análisis es clave, sobre todo antes que llegue el momento de elegir a aquellos que nos van a “representar” los próximos años. Por ello, creo que es imprescindible pensar en un voto meditado, cada persona tiene que votar siendo consecuente consigo mismo y midiendo las consecuencias que su voto tendrá. Se debe dialogar y exponer los distintos puntos de vista. Lo único que recomiendo es que el voto se medite y que se tome una decisión inteligente.
Estamos frente a una jornada electoral histórica, donde las descalificaciones deben quedar atrás, ahora solo queda pensar a quiénes les daremos la responsabilidad de gobernar el país. Parte de la reflexión es el análisis de una marcada violencia, las campañas sucias y las denostaciones, que en nada abonaron al proceso de campaña. Tomando como base la idea de que como ciudadanos necesitamos tomar decisiones razonadas y de manera inteligente, sin dejarnos llevar por la impresionante campaña millonaria.
Se supone y así debería ser, que estos días de espera son una especie de recogimiento ciudadano para reflexionar sobre las consecuencias del sentido del voto, sin presiones ni manipulaciones mediáticas. Con las encuestas de sus influencers y una muy conocida encuestadora, cierto candidato trata de influir en los ciudadanos con la idea de que va ganando, pero ¿qué tanto influyen este tipo de encuestas en los votantes?, podemos responder que en nada, ya que nos hemos dado cuenta que responden a los intereses de quien los paga.
Estimado lector, debo confesar que estoy hastiado en la forma cómo nuestra mal llamada “democracia”, permite que las empresas electorales, las chequeras, los gastos desmedidos, los chantajes, las amenazas, los miedos, el racismo, la compra de votos y el todo vale, influya en la decisión ciudadana, haciendo que este acto de civismo sea inercial, inducido, visceral, producto del encandilamiento clientelar con abundante propaganda. Estos días pueden servir para separar a los congruentes de los incongruentes; a los demagogos de los realistas; y en resumen, seleccionar a quienes mejor responden al interés ciudadano y no al servicio de la plutocracia y la oligarquía. (O)