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06/01/2021El fútbol ecuatoriano, en 2020, se paralizó por 5 meses exactos como consecuencia de la pandemia. Mushuc Runa vs Macará (14/03/2020) fue el último partido jugado pre cuarentena, y Deportivo Cuenca vs Guayaquil City fue el primero pos cuarentena (14/08/2020). En ese tiempo, al igual que la mayoría de profesiones, el periodismo deportivo tuvo que adaptarse a la nueva normalidad que había nacido. No todo fue negativo. En la necesidad de generar contenido se abrió la posibilidad de hacer entrevistas poco pensadas anteriormente, aprovechando el uso de herramientas tecnológicas y digitales que hoy aparentan ser indispensables. Fueron 5 meses de valioso aprendizaje, sobre todo, por tener que ingeniárselas para producir material diferente.
Luego de varias semanas, el retorno del fútbol en nuestro país ya era un tema para platicarlo a diario. Con un futuro incierto de cómo sería el desarrollo del mismo, ya sabíamos que el calendario se apretaba cada vez más y que llegaría una gran cantidad de partidos a cubrir en un periodo muy corto.
Cada periodista deportivo vive el fútbol de manera diferente, las perspectivas son distintas y para conocer más experiencias, contamos con la colaboración de amigos y colegas que hicieron la cobertura de partidos de Segunda Categoría, Fútbol Femenino y LigaPro para distintos medios radiales.
Para Juan Bernardo Castillo, periodista deportivo de Sistema Radial del Sur, “el covid-19 cambió la vida de muchas formas y el trabajo periodístico no se salva, al contrario sufrió un sinfín de alteraciones a las cuales, evidentemente, no estábamos acostumbrados. Particularmente, fue un shock ser, en más de una oportunidad, el único periodista cubriendo las incidencias de la Liga Pro en el Alejandro Serrano Aguilar.
El ambiente no es el mismo. No obstante, para un periodista que lleva menos de dos años en el campo, fue una oportunidad inigualable. Poder contar a través de la radio detalles que la televisión no ve y tener la oportunidad de conversar exclusivamente con los protagonistas tuvieron un impacto inesperado en mi corta carrera. Sin mencionar el hecho de haber vivido momentos de mucho drama en un estadio vacío, algo que genera sensaciones inigualables e irrepetibles.”
Andrés Carpio. Periodista deportivo de Radio Maggica nos cuenta que: “haber transmitido el fútbol en un estadio y sin la afición de los equipos en las gradas representó una experiencia extraña. Primero porque, sobre todo para el trabajo del relator, la algarabía, los cánticos, aspavientos y otras reacciones de la gente son imprescindibles para describirlos en instantes de máxima tensión. Segundo porque el gol, sin el acompañamiento del hincha en las gradas, es como degustar el más dulce manjar y no tener el sentido del gusto.
Lo positivo, aunque suene obvio, es que con los estadios vacíos se garantizó la seguridad de los querendones de los clubes, aunque, evidentemente, eso representó parte de una disminución considerable de ingresos económicos en las instituciones.”
Y Andrés Stahler. Periodista deportivo de Radio Visión describe la situación de la siguiente manera. “Algo tan simple como asistir a un estadio a cubrir un partido de fútbol, se transformó en una verdadera odisea. Ya desde 24 horas antes, debíamos pasar por el stress de la prueba covid-19, que implicaba tener que someter al dedo a un pinchazo y, además, esperar el resultado como quien espera saber si aprobó o no un examen, en la universidad. Una vez en el estadio, pasar por un proceso de desinfección, toma de temperatura e higiene personal, para luego sí ingresar a las instalaciones y acomodarse en las gradas de la tribuna. El silencio generado por la falta de público, fue reemplazado por parlantes con cánticos de la hinchada, simulando la presencia del mismo. Y para finalizar, nuestras clásicas ruedas de prensa presenciales, fueron cambiadas por las virtuales, a través de la plataforma Zoom.”
Una vez adentro del estadio, es imposible que el silencio pase inadvertido. Se extraña el aliento de los hinchas y los sonidos exclusivos del fútbol con su público. En contraste, te sientes afortunado por ser testigo directo de lo que sucederá en las siguientes horas y que no pedirás a nadie que te lo cuente. Pasarán los años, pasarán campeonatos, pero nunca podré borrar de mi memoria el gol de media cancha de Diego Dorregaray al minuto 90+7, con el cual Deportivo Cuenca logró un apretado triunfo ante Emelec, que valió para permanecer en la Serie A. El contexto era tan complicado, que lo único que hace es enriquecer aquel gol y permitirme la reflexión de que fui un privilegiado al presenciarlo. (O)