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01/09/2022Cada inicio del periodo escolar nos trae a la memoria recuerdos de nuestro proceso educativo de primaria y secundaria, una temporada de sabores y sin sabores, la ilusión del regreso a clases y el reencuentro con los compañeros. A la par inunda la angustia de los padres de familia frente al costo de los textos y útiles escolares, un problema aún no resuelto por parte del estado. Lamentablemente el sistema de comercialización de este tipo de elementos necesarios para la educación, así como la de los uniformes y el transporte, es manejado con un concepto meramente mercantilista que afecta directamente a la economía de la población.
Las denuncias, reclamos y descontentos de los padres de familia se darán a conocer a través de los diferentes medios de comunicación, situación que debe ser abordada a fin de posibilitar el cumplimiento cabal del derecho humano a la educación. Se debe eliminar los monopolios y prohibir definitivamente la comercialización de útiles escolares, textos y uniformes al interior de los establecimientos educativos y el direccionamiento o recomendación para que se adquiera en un determinado lugar.
Frente a esta no resuelta problemática, le toca a la sociedad optar por varios mecanismos que faciliten el desarrollo de los procesos educativos. Se hace necesario poner en marcha los denominados centros de recolección y recuperación de textos escolares usados, haciendo efectiva la norma que protege a los consumidores de las prácticas abusivas en la selección o adquisición de textos escolares, para lograr su eficiencia.
La misión es abaratar el costo de textos, mochilas, útiles escolares y otros elementos, buscar mecanismos que posibiliten el intercambio o trueque de textos, la implementación de imprentas estatales para la producción de textos baratos o gratuitos. Reutilizar útiles escolares, si estos utensilios están en buen estado, lo ideal es volverlos a utilizar hasta que se pueda y así ahorrar, constituyendo en una opción válida que favorece al bolsillo y contribuye con la sostenibilidad del planeta. En nuestro país no se ha diseñado e implementado una consistente y continua política de adquisición y distribución de textos escolares y otros materiales educativos. Por ello, es importante también aprobar lo antes posible una política de bancos de textos para primaria y secundaria, así como de cuadernos de trabajo para inicial y primaria que se acomoden a la economía de la población. (O)