50% de la población será miope en 2050: cómo evitar ser parte de la estadística

La miopía, un trastorno visual que dificulta la visión de objetos lejanos, está en alarmante aumento a nivel mundial. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el año 2050, aproximadamente el 50% de la población mundial podría ser miope y se considera que las tasas de discapacidad visual pueden multiplicarse por tres. Este incremento se atribuye principalmente a cambios en los estilos de vida como el uso excesivo de dispositivos electrónicos y la reducción del tiempo dedicado a actividades al aire libre, según Alejandro Lalama, jefe de Optometría de Óptica Los Andes (OLA).

Opciones de tratamiento para el control de la miopía:

Es fundamental que los pacientes, especialmente aquellos en riesgo de desarrollar o aumentar su grado de miopía, consideren opciones de tratamiento diseñadas para frenar su progresión. Existen diversas alternativas, entre ellas:

• Lentes Stellest: Diseñados con tecnología avanzada para ralentizar el avance de la miopía en niños.
• Lentes de contacto especiales: Como los lentes orto-k (ortoqueratología) que moldean la córnea durante la noche para mejorar la visión sin necesidad de corrección durante el día.
• Gotas de atropina: Su uso en concentraciones bajas ha demostrado ser efectivo para reducir la progresión de la miopía.
• Lentes de desenfoque periférico: Ayudan a controlar la elongación axial del ojo, un factor clave en el desarrollo de la miopía.

Consultar con un especialista en salud visual y control de miopía permitirá evaluar cuál de estas opciones es la más adecuada para cada caso en particular.

Factores de riesgo y prevención:

“La exposición constante a dispositivos electrónicos, especialmente en distancias cortas, exige un esfuerzo ocular significativo, lo que puede propiciar el desarrollo de la miopía. Por otro lado, la escasa actividad al aire libre incrementa más la posibilidad de adquirir esta afección visual. Estudios han demostrado que pasar más tiempo al aire libre puede reducir el riesgo de desarrollar miopía en niños. Por cada hora adicional al aire libre, el riesgo disminuye aproximadamente un 2%”, señala el experto de OLA.

Consejos para prevenir la miopía:

Pero, ¿cómo evitar desarrollar miopía, considerada como la pandemia visual de este siglo? A continuación, se brindan algunos consejos para evitar el desarrollo y la progresión de la miopía, siguiendo estos hábitos saludables:

• Incrementar el tiempo al aire libre: Fomentar que los niños y jóvenes pasen al menos dos horas diarias al aire libre puede ser una medida efectiva para prevenir el inicio de la miopía.
• Regla 20-20-20: Cada 20 minutos de trabajo cercano, tomar un descanso de 20 segundos y enfocar la vista en un objeto a 20 pies (aproximadamente 6 metros) de distancia.
• Control del uso de dispositivos electrónicos: Limitar el tiempo de uso de pantallas y asegurar una distancia adecuada entre los ojos y el dispositivo puede ayudar a reducir la fatiga ocular.
• Revisiones oculares periódicas: Realizar exámenes visuales regulares permite detectar y corregir problemas refractivos en etapas tempranas, evitando su progresión. “La ciudadanía puede aprovechar el servicio gratuito de exámenes visuales que ofrecen locales como Óptica Los Andes en distintas ciudades del país. Muchas veces las personas pueden desarrollar afecciones visuales sin síntomas evidentes en las primeras etapas. Un examen visual permitirá detectar estas condiciones a tiempo y prevenir complicaciones”, señala el experto de OLA.
• Iluminación adecuada: Asegurarse de que los espacios de lectura y trabajo tengan una buena iluminación para reducir la fatiga ocular.
• Hábitos de parpadeo: Recordar parpadear frecuentemente al usar pantallas para evitar la sequedad ocular.
• Dieta saludable para la visión: Consumir alimentos ricos en vitamina A, C y E, omega-3 y luteína, que favorecen la salud ocular.

El aumento de la miopía es un desafío global, pero pequeñas acciones en la rutina diaria pueden marcar la diferencia. Proteger la vista no requiere esfuerzos extraordinarios, sino un cambio de hábitos que beneficie la salud visual a largo plazo.