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La mañana de este miércoles 7 de mayo se realizó con la reapertura de la Casa Patrimonial del Campus Balzay considerada como un valioso testimonio arquitectónico y cultural que guarda memoria y tradición. Entre las características que la identifican: muros de adobe, techos cubiertos de teja, columnas de madera.
Será destinada al uso de diversos espacios académicos y administrativos para las facultas de Ingeniería y Ciencias Químicas, la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica, y la Dirección de Innovación Educativa. Además, se implementará un consultorio médico, consultorio psicológico, lactario y un bar de uso común para toda la comunidad universitaria, contribuyendo así al bienestar integral de estudiantes, docentes y personal administrativo.
La vicerrectora de investigación Monserrath Jerves recalcó que esta reinauguración es la firma clara de la UCuenca para otorgar un espacio más inclusivo y sostenible, en donde la ciencia este al servicio de todas y todos para aportar a la transformación de una sociedad más justa.
La rectora María Augusta Hermida sostuvo que esta redistribución reafirma el compromiso de la universidad con el uso responsable del patrimonio, que combina tradición, servicio y modernidad. «Nuestra universidad se consolida con paso firme como un escenario de formación de altísima calidad, un punto de encuentro entre ciencias y saberes, un espacio de diversidad, convivencia democrática y tejido social», afirmó.

Historia
Desde tiempos coloniales, especialmente en el siglo XIX, Balzay fue caracterizado principalmente por su uso agropecuario y recreativo, mismo que era destinado a las familias cuencanas, quienes poseían allí sus casas de descanso o haciendas.
A medida que se avanzaba al siglo XX, Balzay empezó a tomar otro camino, la expansión urbana de la ciudad de Cuenca fue incorporándose progresivamente a este sector, dotándolo de nuevos usos residenciales, institucionales y educativos. Una de las transformaciones más relevantes de la época fue la incorporación del nuevo campus de la Universidad de Cuenca, lo que implicó también la conservación de algunas construcciones históricas del lugar; es así como se incorporó la llamada “Quinta Balzay”.
La Quinta Balzay ha sido conservada en buen estado gracias a su actual integración dentro del campus universitario, donde ha sido adaptada para su uso, especialmente en su utilización cultural y administrativos sin alterar significativamente su estructura original.
En la parte patrimonial no solo radican sus cualidades arquitectónicas, sino también su capacidad para narrar una parte importante de la historia urbana y social de Cuenca. La preservación de la misma, permite entender cómo evolucionaron sus espacios de recreo y como el crecimiento de la ciudad ha interactuado con su legado rural. En definitiva, la Quinta Balzay es un espacio que guarda memoria, tradición y arquitectura, y que sigue siendo útil dentro del entorno universitario contemporáneo.