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24/03/2022Los últimos 2 años, bajo el contexto de la pandemia por el COVID-19, el uso de dispositivos electrónicos ha aumentado en gran medida. De hecho, estudios revelan que los usuarios miran su smartphone al menos 150 veces al día. Estos dispositivos, justamente, son los principales emisores de luz azul, un espectro luminoso que puede ser nocivo para la salud visual.
Según Alejandro Lalama, coordinador de optometría de Óptica Los Andes, “desde que el uso de dispositivos electrónicos incrementó, enfermedades visuales también lo hicieron, y esto se debe al tipo de luz que estos aparatos emiten y la falta de medidas de prevención de las personas quienes, por desconocimiento o irresponsabilidad, sufren los trastornos en la salud visual que la luz azul puede ocasionar.”
Con el retorno a clases en la región Costa, y a futuro en el resto del país, los estudiantes estarán muy expuestos a todo tipo de dispositivos, sea para la revisión de material educativo, envío de tareas, y/o cualquier otra actividad académica que demande su uso. Por ello, el representante de Óptica Los Andes explica a continuación algunos de los aspectos más importantes sobre la luz azul, así como los principales efectos que puede causar la sobreexposición que niños y jóvenes puedan tener a este tipo de luminosidad:
Sobre la luz azul
“La luz azul es parte del espectro de la luz; es emitida también por el sol, pero su fuente principal de luminosidad son los dispositivos electrónicos, focos led, televisores, entre otros”, señala Lalama. Agrega que la luz visible está compuesta por varios rayos de colores, entre esos la luz azul, que, a diferencia de otras que no son dañinas, es la más perjudicial para el ojo humano.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda reducir lo más posible la exposición continua a las ondas electromagnéticas de los celulares y aparatos electrónicos, especialmente en niños pequeños, y con esto coincide el experto de Óptica Los Andes, quien manifiesta que las consecuencias de la sobreexposición pueden verse no solo en niños, sino también en jóvenes y adultos.
Principales efectos de la luz azul
Según el especialista, existen varios efectos nocivos del exceso de luz azul para los ojos de los estudiantes. Entre los principales están:
1. Sequedad ocular. Este problema se origina por la falta de parpadeo, lo cual limita la hidratación ocular y genera molestias. Generalmente, esto afecta la producción de lágrimas evitando que el ojo se lubrique de manera adecuada. Visión borrosa, sensibilidad a la luz, picazón, irritación y sequedad ocular son algunos de sus principales síntomas.
2. Fatiga y estrés visual. Cuando los ojos tienen que ver en condiciones de poca o mucha luz y, también, cuando tienen que enfocar durante mucho tiempo para ver, por ejemplo, textos, vídeos o imágenes en un dispositivo electrónico, el estudiante podría sentir fatiga y estrés visual. Algunos síntomas que podrían alertar sobre este efecto de la luz azul son ojos cansados, con ardor o picazón; ojos llorosos o secos; visión borrosa o doble; mayor sensibilidad a la luz; entre otros.
3. El Síndrome Visual Informático (SVI). Es un problema visual de reciente aparición, que afecta a una de cada siete personas, y suele aparecer en forma de ojos rojos, secos y/o cansados, así como en dolores de cabeza. “Usar la computadora o laptop durante tres o más horas al día aumenta las probabilidades de que el SVI aparezca, lo que significa que, si el estudiante realiza sus actividades en este rango de tiempo, el riesgo de sufrir este síndrome es, incluso, mayor”, advierte Lalama.
4. Alteración del sueño. “Las pantallas emiten luz azul para que los puedas ver incluso en las horas más soleadas del día; pero, por la noche, tu cerebro se queda confundido por esta luz, intensa como la solar, reduciendo la producción de melatonina, la hormona que da a tu cuerpo la señal de ir a dormir”, indica el representante de Óptica Los Andes. En otras palabras, la luz azul de los dispositivos electrónicos puede interrumpir el ciclo de sueño, dificultando el poder dormir y permanecer dormido, lo que, a la larga, puede llegar a causar serios problemas de salud en el estudiante.
5. Degeneración macular asociada a la edad (DMAE). La DMAE es una patología degenerativa de la zona central de la retina, o mácula (un área muy pequeña situada en el fondo del ojo), que degenera progresivamente las células y el epitelio pigmentario de la retina. En el centro de la retina se encuentra la mácula, un tejido sensible a la luz situado en el fondo del ojo. Las células que la componen no poseen capacidad de regeneración, por lo cual pasar demasiado tiempo delante de las pantallas y expuestos a la luz azul, podría acelerar la desaparición de estas células. Si bien esta patología es común entre las personas mayores de 60 años, su aparición podría ocurrir mucho antes debido a la sobreexposición a pantallas.
Sobre las medidas de prevención
Ante la sobreexposición a este tipo de dispositivos, y para evitar daños a largo plazo en la visión de los estudiantes, el experto de Óptica Los Andes recomienda tomar las siguientes medidas preventivas”:
1. Acudir a revisiones periódicas. Es importante que un especialista revise la calidad visual del estudiante de forma periódica, y será él el encargado de prescribir los lentes necesarios según el tipo de exposición, para adaptar filtros de luz azul adecuados según las necesidades particulares de cada persona.
2. Hacer pausas activas y parpadear con regularidad. Cada 2 horas de trabajo continuo en computadora, celular o tablet, se recomienda cambiar el punto de enfoque y descansar la visión por 15 minutos. “Se puede ver a un punto lejano y recordar parpadear”, añade el especialista. Agrega que, si bien es normal mantener la visión fija sobre la pantalla, es fundamental recordar parpadear para mantener los ojos hidratados.
3. Evitar los deslumbramientos o reflejos de luz sobre la pantalla. El exceso de brillo hace que el estudiante realice un esfuerzo extra mientras usa la pantalla, por lo cual la sugerencia es asegurarse que esta no esté en contraluz y/o cuente con la menor cantidad de reflejos posibles para mejorar la calidad visual.
4. Limpiar y adecuar los dispositivos. “Se recomienda mantener la pantalla libre de huellas, polvo o cualquier otro componente, para evitar que se reduzca la claridad y que los ojos no hagan un esfuerzo extra”, comenta Lalama. Además, en vista de que una mejor resolución y contraste contribuyen a un mayor confort visual, el profesional indica que es importante activar el modo nocturno cuando se usen los dispositivos en la noche, para disminuir el esfuerzo visual excesivo.