Una advertencia emitida por el FBI sobre los actores de amenazas que podrían intentar perturbar los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En la misma se menciona que los ciberdelincuentes podrían utilizar varias técnicas, como ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS), ransomware o ingeniería social para afectar los Juegos Olímpicos.
Sin bien, por ahora, no ha habido señales de un ataque contra el popular evento deportivo. «El FBI hasta la fecha no está al tanto de ninguna amenaza cibernética específica contra estos Juegos Olímpicos, pero alienta a los socios a permanecer atentos y mantener las mejores prácticas en sus entornos digitales y de red«, dijo el FBI.
La Oficina destacó que los eventos populares a gran escala atraen a varios tipos de ciberdelincuentes, ya que les permite perseguir diferentes agendas, que van desde ganar dinero y aumentar su notoriedad, hasta sembrar confusión.
La 32ª edición de los Juegos Olímpicos podría resultar especialmente atractiva para los actores de amenazas, ya que debido a la pandemia de COVID-19, los espectadores están en gran medida excluidos de los lugares y el evento solo se verá a través de plataformas de transmisión o visualización digital.
«Los adversarios podrían usar campañas de ingeniería social y phishing en el período previo al evento para obtener acceso o usar el acceso previamente obtenido para implantar malware para interrumpir las redes afectadas durante el evento. Las campañas de ingeniería social y phishing continúan proporcionando a los adversarios el acceso necesario para llevar a cabo este tipo de ataques«, advirtió la agencia federal de aplicación de la ley.
Más allá de los ataques de phishing e ingeniería social, los cibercriminales también podrían recurrir al uso de ataques de ransomware o DDoS para afectar a los proveedores de servicios de Internet y las compañías de transmisión de televisión para interrumpir las transmisiones en vivo de varias disciplinas deportivas. Los ciberdelincuentes también podrían intentar paralizar los Juegos Olímpicos al apuntar a los diversos elementos que componen su infraestructura, como los proveedores de transporte público, los hoteles y la infraestructura de seguridad de eventos.
El FBI compartió consejos sobre cómo los proveedores de servicios podrían mitigar los riesgos de tales ataques. Esto incluye la creación y el establecimiento de planes de continuidad del negocio para reducir las posibilidades de interrupciones del servicio en caso de que se produzca un ataque y el seguimiento regular de las redes y la aplicación de las mejores prácticas, ya que una parte sustancial de la fuerza laboral ha hecho la transición a entornos de trabajo remoto y emplea el uso de redes privadas virtuales.
En cuanto a los usuarios que quieran disfrutar de las transmisiones del evento, ESET advierte sobre de los peligros existentes y cómo los cibercriminales aprovechan los eventos masivos para propagar sus ataques. Por ello, a continuación, ofrece una serie de consejos para estar protegidos ante este tipo de amenazas: