Cada noviembre, millones de hombres alrededor del mundo se dejan crecer el bigote como parte de una iniciativa que va más allá de la moda. Se trata de Movember, un movimiento internacional que busca generar conciencia sobre los problemas de salud que afectan a los hombres, como el cáncer de próstata, el cáncer testicular y los trastornos de salud mental.
La palabra Movember nace de la combinación de «moustache» (bigote en inglés) y «November» (noviembre en inglés), y tiene como objetivo visibilizar y fomentar una cultura de prevención y autocuidado en la población masculina. De acuerdo con Ricardo Salazar, urólogo de Clínica Internacional, “en un contexto en el que aún persisten barreras sociales y culturales que impiden que los hombres acudan a tiempo a sus chequeos médicos, este movimiento ofrece una oportunidad para replantear hábitos y actitudes hacia la salud”.
Es así que, noviembre se convierte en una oportunidad para reflexionar sobre la salud masculina y destacar aspectos clave que pueden salvar vidas.
La prevención: una deuda pendiente en la salud masculina
Alrededor del mundo, los hombres suelen acudir menos a los servicios de salud que las mujeres, lo que resulta en diagnósticos tardíos y tratamientos más complejos. De hecho, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los hombres viven en promedio 5 años menos que las mujeres, y aunque este fenómeno puede deberse a varios factores, no es menos cierto que uno de ellos es no acudir de forma oportuna a chequeos médicos preventivos.
En Ecuador, esta tendencia también se evidencia en la baja asistencia a consultas urológicas o chequeos anuales, especialmente en hombres menores de 50 años. Datos de Clinica Internacional evidencian que un grupo minoritario de los pacientes masculinos que asisten a este tipo de consultas tienen 49 años o menos. “En muchos casos, la vergüenza, el miedo al diagnóstico o la creencia errónea de que sentirse bien es estar bien, actúan como barreras para acceder a una atención médica oportuna”, asegura el especialista.
En ese sentido, la educación y concientización son herramientas poderosas. Promover campañas para cambiar esta realidad y fomentar una nueva cultura de prevención entre los hombres es esencial para contar con diagnósticos tempranos. Esto no solo aumenta las probabilidades de recuperación, sino que también permite a las personas mantener una mejor calidad de vida a lo largo del tiempo.
El chequeo anual: un hábito que puede salvar vidas
Uno de los pilares fundamentales del cuidado masculino es el chequeo anual, un conjunto de exámenes clínicos diseñados para detectar de manera temprana condiciones como hipertensión, diabetes, alteraciones hormonales y, especialmente, el cáncer de próstata, una de las principales causas de muerte en hombres mayores de 50 años.
Algunos de los exámenes recomendados para los hombres incluyen:
- Evaluación urológica y examen de próstata (PSA): ayuda a detectar de forma temprana posibles alteraciones prostáticas.
- Perfil lipídico y glucosa: permite identificar riesgos de enfermedades cardiovasculares o metabólicas.
- Control de presión arterial y peso corporal: previene complicaciones asociadas a la hipertensión o al sobrepeso.
- Evaluación de salud mental: favorece la detección de estrés, ansiedad o depresión.
Realizar estos chequeos una vez al año puede marcar la diferencia entre una detección temprana y un diagnóstico tardío. Cuidarse también es prevenir. Promover el diálogo, romper tabúes y normalizar las visitas médicas son pasos esenciales hacia una nueva cultura del autocuidado masculino.
En definitiva, Movember es mucho más que una campaña simbólica. Es una oportunidad para replantear el modo en que los hombres enfrentan su salud. Más allá del símbolo del bigote, Movember invita a los hombres a escuchar a su cuerpo, cuidar su mente y asumir la prevención como parte de su día a día. La salud no debería ser un tema del que se hable solo en noviembre, sino un compromiso permanente con el bienestar.





