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28/11/2021Carmen Chuquimarca, pone toda su experiencia adquirida durante 57 años de trabajo como costurera, para confeccionar el traje de alto oficial de la Policía Nacional, que lucirá la imagen del Niño Viajero, durante el tradicional Pase que se cumplirá este 24 de diciembre, en Cuenca.
Su taller está ubicado en la calle Presidente Córdova y Tarqui, en el centro Histórico de Cuenca, donde provista de una cinta métrica y una tiza da forma al traje, en una tela de casimir color verde aceituna.
Con una plancha saca filo a los pliegues y dobleces, para luego, en una máquina de Singer acoplada con un motor eléctrico, coser cada una de las partes que conforman una chaqueta y una prenda en forma de falda, de acuerdo a un modelo que le entregó la Policía, que este año asumió el padrinazgo del Niño.
“Coser ropa pequeñita es trabajoso, hay que ser bien cuidadosos para que la costura sea perfecta” dice mientras comenta que la chaqueta mide 25 de largo, 18 centímetros de hombro a hombro y las magnas 7 centímetros.
Doña Carmita, como la tratan sus amigos, precisa que le encargaron que únicamente confeccione los trajes, mientras que las insignias de “generalísimo” y la gorra serán elaboradas en Quito.
Tradición
El Pase del Niño Viajero es una de las manifestaciones de religiosidad popular más importantes del país. Esta fiesta refleja como pocas, la cultura y las tradiciones de un pueblo que expresa sus creencias con múltiples y variadas formas del folklore.
Escritos sobre esta manifestación refieren que se conoce con el nombre de Niño Viajero a una imagen que fue mandada a esculpir por doña Josefa Heredia en el año de 1823.
Su último dueño, Monseñor Miguel Cordero Crespo, realizó en 1961 una peregrinación a varios lugares de Tierra Santa, acompañado por la imagen y tuvo la oportunidad de colocar la escultura en el lugar en el que nació Jesús, en Belén. Al final del viaje fue bendecida en Roma por el Papa Juan XXIII.
A su retorno a Cuenca, el religioso entregó la imagen a la señora Rosa Palomeque Pulla, con quien tenía una buena amistad. Ella fue la primera mantenedora oficial de esta celebración hasta su muerte, en 2007.
Luego siguió con la tradición su hija, posteriormente una nieta y en la actualidad es organizado por las religiosas del Monasterio del Carmen de la Asunción, con el apoyo del Grupo Juvenil Hermano Miguel y de la Universidad Católica de Cuenca.
Esta expresión religiosa se cumple cada 24 de diciembre y según cálculos del Ministerio de Turismo, hasta antes de la pandemia congregaba a más de 500.000 personas.
En el 2020, la procesión se suspendió debido a la emergencia sanitaria Covid-19. Para este año estuvo previsto realizarla en la avenida Huayna Cápac, pero, luego el COE Cantonal decidió autorizar que se cumpla por la calle Simón Bolívar, bajo el argumento de que existen las condiciones sanitarias para el efecto.
El sacerdote Joffre Astudillo, secretario de Comunicación de la Arquidiócesis, aseguró que volver al centro histórico es una decisión definitiva y que el siguiente paso será cumplir todos los requerimientos de los planes de contingencia y de bioseguridad. (I)