Pasacalle ‘Chola Cuencana’ un segundo himno de la ciudad

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Nuestro Ecuador país poseedor de una gran diversidad cultural, sus composiciones musicales de grandes maestros en ritmos de yaraví, albazo, pasacalle, bomba, pasillo, capishca, etc, son la esencia pura de está riqueza cultural ecuatoriana.

Entre bombos, platillos, trompetas, trombones, clarinete, saxofón, a lo largo de la historia y con el pasar de los años, se ha conservado siempre ese júbilo, regocijo, gozo, el sentir de la identidad en la sociedad al escuchar el Pasacalle Chola Cuencana.

“Eres España que canta en Cuenca del Ecuador”, con ritmo de Pasacalle Rafael Carpio Abad musicaliza una de las poesías de Ricardo Darquea Granda, usando los dos primeros versos de su poema, obra que refleja el paisaje de la Ciudad, con su texto de arraigo, captando y plasmando la identidad de un pueblo, la ‘Chola Cuencana’, ésta imagen de la mujer Cuencana ha sido parte de la representación histórica, con su vestimenta, adornos, con sus costumbres y tradiciones. Señora campesina humilde, una vida del campo, de vivir de la naturaleza misma.

El Pasacalle, ritmo relacionado con el pasodoble español, con dos pies métricos, se ha convertido en un segundo himno de los pueblos.

Con emoción, orgullo, historia e identidad, está composición musical terruñal del Azuay, CHOLA CUENCANA, entre bailes, dobles pasos, adelante, atrás, brazos levantados, vueltas a la izquierda, derecha, sombreros, y más; se siente siempre el espíritu vivo de la sociedad.

Chola Cuencana interpretada en diferentes estilos y géneros musicales y que por el peso y fuerza de su texto se ha convertido en un segundo himno de la ciudad.

Chola cuencana, mi chola,

capullito de amancay,

en ti cantan y en ti ríen

las aguas del Yanuncay.

Eres España que canta

en Cuenca del Ecuador,

con reír de castañuelas

y llanto de rondador.

Con tu donaire y majeza

evocas Andalucía;

pero en todos tus sentires

florece la cuencanía.

Hay en tu cara morena

frescura de amanecer;

y el sol quisiera en tus ojos

cada día atardecer.

Guitarras y castañuelas,

concertina y rondador;

alma de España que vive

en Cuenca del Ecuador.

Poema: Ricardo Darquea Granda