Una de las manifestaciones más grandes de los últimos años se vivió este martes 16 de septiembre en la ciudad de Cuenca. Desde muy temprano, gran cantidad de gente se aglomeró en los sectores de San Roque y El Otorongo, y donde aproximadamente unas 60 mil personas provenientes de diferentes parroquias urbanas y rurales, así como de comunidades campesinas e indígenas de la provincia del Azuay, se concentraron para dar inicio a la Marcha por el Agua, que se extendió durante toda la mañana por las principales calles del centro histórico.
La movilización, que continúa hasta el mediodía, tuvo como objetivo principal defender los páramos y fuentes hídricas de la provincia, además de rechazar proyectos extractivos que, según los participantes, amenazan la seguridad del agua y la vida de las comunidades. “El agua es vida, el agua no se vende”, fue una de las frases más repetidas durante el recorrido.
Diversidad y unidad en la marcha
Campesinos, estudiantes, colectivos ambientales, gremios profesionales, artesanos, jóvenes y familias completas se unieron a la jornada, que se ha caracterizado por un ambiente pacífico, festivo y a la vez reivindicativo. Los manifestantes portaban pancartas, banderas y elementos tradicionales que reforzaron el carácter cultural y social de la marcha.
La participación masiva evidenció la unidad del cantón y de la provincia frente a una misma causa: garantizar la protección del agua como un derecho colectivo y un patrimonio de todos los azuayos.
Respaldo institucional y seguridad
El evento también contó con el respaldo de autoridades locales y provinciales, que se sumaron al llamado ciudadano. Un plan de seguridad coordinado permitió el desarrollo ordenado de la jornada, con presencia policial y cierres viales para garantizar la movilidad de los participantes y evitar incidentes.
Hasta el mediodía, la movilización avanza con fuerza y se prevé que concluya en la Plaza de San Francisco, donde los organizadores ofrecerán un pronunciamiento final. El mensaje de los más de 60 mil asistentes es contundente: Cuenca y el Azuay ya decidieron defender el agua por encima de cualquier interés económico o político. (I)