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11/04/2025Uno de los avances más prometedores en este ámbito es el uso de chatbots diseñados para brindar apoyo a los pacientes. A través de la telemedicina, estos asistentes virtuales pueden acercar la salud a quienes más lo necesitan, especialmente en zonas rurales donde el acceso a profesionales médicos es limitado.
Imaginemos a Laura, una joven de 19 años que vive en una comunidad rural y tiene dudas sobre salud sexual. Le preocupa que al acudir a un centro médico la juzguen o no la atiendan con la confidencialidad que necesita. Un día, descubre un chatbot médico en una aplicación gratuita y decide hacerle preguntas. “¿Cuáles son los métodos anticonceptivos más seguros para mí?” escribe Laura en el chat. En segundos, el chatbot le responde con información detallada, basada en fuentes médicas confiables, y le sugiere opciones que podría discutir con un médico en caso de necesitar más orientación.
Uno de los mayores beneficios de los chatbots en la medicina es la capacidad de educar y orientar a los pacientes sin que estos sientan vergüenza al hacer preguntas sobre temas sensibles, como la salud sexual. Muchas personas evitan consultar con un médico por miedo al juicio o al estigma, lo que puede poner en riesgo su bienestar. Con los chatbots, esta barrera se reduce, ya que permiten conversaciones anónimas y accesibles en cualquier momento del día.
Sin embargo, el desarrollo de chatbots médicos conlleva un desafío técnico importante: la correcta formulación de los prompts o instrucciones que guían sus respuestas. Aquí es donde la ingeniería de prompts se convierte en una disciplina clave. Antes, un ingeniero de sistemas debía centrarse en programar aplicaciones desde cero, pero hoy en día, la IA puede encargarse de generar gran parte del contenido. Aun así, el rol del ingeniero sigue siendo fundamental, ya que debe diseñar las instrucciones adecuadas para que el chatbot brinde respuestas útiles, seguras y empáticas. Además, el sesgo en la IA es un importante campo que aún tiene que estudiarse.
Siguiendo con el caso de Laura, después de resolver sus dudas iniciales, el chatbot le pregunta si le gustaría conocer más sobre prevención de enfermedades de transmisión sexual. Ella acepta y recibe recomendaciones personalizadas. Si bien la IA no sustituye la consulta médica, sí la ayuda a tomar decisiones informadas sin temor ni incomodidad.
El peligro de una mala formulación de prompts es que el chatbot podría ofrecer información incorrecta o respuestas que afecten emocionalmente al usuario. En el ámbito de la salud, esto es especialmente delicado, ya que una orientación equivocada puede generar ansiedad o desinformación. Por ello, los expertos en IA trabajan continuamente para perfeccionar estos modelos y garantizar que los chatbots sean herramientas confiables y efectivas.
Para comprender mejor las ventajas de los chatbots en la atención médica, se puede hacer una comparación entre su uso y la atención tradicional:
El uso de chatbots en la medicina apenas comienza, pero su potencial es enorme. Con un desarrollo adecuado y una supervisión responsable, estas herramientas pueden cambiar la forma en que accedemos a la salud, eliminando barreras geográficas y sociales, y ofreciendo apoyo a quienes más lo necesitan.
En el proyecto de innovación/investigación “IA en la promoción de automuestreo para la detección temprana de VPH en la prevención del cáncer de cuello uterino” financiado por el Centro de Inteligencia Artificial y Salud para América Latina y el Caribe – CLIAS https://clias.iecs.org.ar/ , que actualmente se está ejecutando bajo la dirección de Villie Morocho, y la codirección de Bernardo Vega, se enmarca dentro de la interdisciplinariedad, ya que la integración entre la ingeniería de sistemas y la medicina especializada en salud sexual no solo implica la colaboración de ambas áreas, sino que genera un nuevo conocimiento en el que las disciplinas se entrelazan para resolver problemas comunes.
La ingeniería de prompts es un claro ejemplo de cómo la tecnología y la salud deben trabajar juntas para diseñar soluciones seguras y efectivas. Si bien Verónica Viloria, ayudante de investigación, es ingeniera en Telecomunicaciones, en este proyecto ha logrado capacitarse y adentrarse en el entendimiento de los chatbots que podría decirse que desde ahora es una de las principales especialistas en chatbots y prompts.
Autor: Villie Morocho Zurita-Universidad de Cuenca