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24/11/2024La filosofía regenerativa propone una transformación profunda que va más allá de la sostenibilidad, buscando restaurar los sistemas naturales y sociales.
La filosofía regenerativa plantea un enfoque innovador biomimético para enfrentar las crisis civilizatoria de nuestro tiempo. A diferencia de las estrategias tradicionales de sostenibilidad, que se centran en mitigar los daños ambientales, la regeneración busca ir un paso más allá: reconstruir y restaurar los ecosistemas naturales. Mientras que la sostenibilidad se enfoca en minimizar el impacto negativo del ser humano en la naturaleza, la regeneración se enfoca en maximizar el impacto positivo en la Pachamama. Conforme reconoce el artículo 71 Constitución de Ecuador: La naturaleza o Pachamama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos.
El paradigma regenerativo se inspira en la integración transdisciplinar de diversos saberes, desde la ecología moderna hasta el conocimiento ancestral, y reconoce que los seres humanos forman parte de una red interdependiente con el entorno natural. No se trata únicamente de reducir el impacto ambiental, sino de crear procesos que regeneren y revitalicen los ecosistemas. La filosofía regenerativa propone un cambio profundo en los valores culturales y económicos, poniendo en el centro la reciprocidad con la naturaleza y la creación de estructuras que permitan la regeneración del planeta a largo plazo.
Uno de los pilares clave de la regeneración es la educación. Esta corriente de pensamiento destaca la importancia de una educación basada en la cooperación, el respeto por la vida y el impulso de innovaciones ecológicas. A nivel social, la regeneración implica rediseñar las instituciones para que promuevan el bienestar colectivo, y a nivel económico, sugiere crear modelos de decrecimiento que valoren y protejan el patrimonio natural. De esta forma, la regeneración no se limita solo a restaurar ecosistemas, sino que también implica el fortalecimiento del tejido social y la creación de economías más justas y equitativas.
Autor: Javier Collado Ruano