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12/05/2024La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha participado en el Foro Nacional por la Educación que ha organizado el Ministerio de Educación, con el objetivo de socializar y dar a conocer la nueva malla curricular a la que se tienen que adaptar los docentes a partir de 2025.
El encuentro, celebrado en la Universidad Técnica de Manabí, en Portoviejo, tuvo como ejes principales la importancia que entre los profesionales de la enseñanza debe darse a la transición del currículo, uso de materiales con pertinencia, así como potenciar el Plan Nacional desde la reflexión crítica y el fortalecimiento de comunidades seguras en un entorno libre de violencia.
Daniel Calderón, ex ministro de Educación, presidió una intensa jornada, estructurada en tres conferencias magistrales, presentación de estrategias educativas y un taller de trabajo, con la contribución activa de organismos e instituciones nacionales e internacionales. La misma tuvo formato híbrido con la presencia de casi 800 personas y pudo seguirse vía streaming a través de las cuentas de Facebook y YouTube del Ministerio de Educación.
En representación de UNIR, Elena Martínez Carro, decana de la Facultad de Educación, tuvo relevante protagonismo como una de las tres ponentes principales del programa. Su conferencia magistral, ‘Renovar el modelo educativo ecuatoriano y el currículo centrado en la persona basado en competencias: ¿una necesidad histórica?’, tuvo como referencia el Marco Curricular Competencial de Aprendizajes.
Así, argumentó sobre estrategias pedagógicas, técnicas de evaluación basadas en datos y en experiencias en diferentes países y qué desafíos deben afrontarse para mejores prácticas educativas en beneficio de los estudiantes.
Conferencia magistral
El primer punto que la académica española abordó en su disertación fue el hito histórico que supuso la Declaración de los Derechos del Niño en 1989, “por considerar la dignidad del niño desde todas las perspectivas y, muy especialmente, la educativa”, subrayó.
Incidió en el equilibrio de una educación reglada y equitativa que contemple la obligatoriedad de la escolarización en las etapas elementales, junto a planes de desarrollo infantiles; con el objetivo fundamental de lograr la felicidad de los niños.
La decana de UNIR destacó avances en el sistema: “La atención a la diversidad y algunos logros científicos en educación, como el desarrollo cerebral del niño y su aplicación a la neuropsicología infantil, han permitido una reflexión sobre la forma en que los docentes deben ensañar”, señaló. De ahí que pusiera énfasis en el aprendizaje de las materias básicas que permita mejorar el conocimiento de los niños, especialmente centrado en las asignaturas ‘troncales’, como la lectura, las matemáticas y las ciencias.
Estos elementos, trasladados a las realidades educativas de los países de América Latina y El Caribe, dieron paso a la segunda parte de su exposición, apoyada en el informe PISA, principal fuente de análisis comparativo para comprender el desarrollo de las buenas prácticas educativas a nivel internacional. Así desveló con datos la crisis de aprendizaje en la región tras la pandemia, con México en la peor posición y Chile como el país más destacado del entorno, aunque por debajo de la media establecida por la OCDE.
En sus conclusiones, Martínez Carro abogó por el aprendizaje por competencias para mejorar los sistemas educativos actuales. “En un mundo digital y en constante cambio no se trata solo de ‘saber’ contenidos, sino de conseguir un aprendizaje transversal, dinámico e integral”.
Asimismo, recomendó la aplicación de competencias esenciales que deben impregnar todas las materias del currículum, las cuales están establecidas en la Dirección Nacional de Currículo 2023 en Ecuador. A juicio de la decana de UNIR, este marco resulta más global y compresivo que el europeo, “al situar en el centro dos competencias fundamentales, las comunicativas-lingüísticas y las lógico-matemáticas, e incluir claramente las socioemocionales, claves para el desarrollo de niños y adolescentes”.
Finalmente, para conseguir tales objetivos, Martínez Carro apeló no solo atender a la legislación educativa, sino involucrar a los maestros de las distintas etapas en la formación competencial desde las escuelas de profesorado y universidades. “Además, es conveniente afrontar algunos retos, como conservar un equilibrio entre el lápiz y el ordenador, la ponderación entre lo lúdico y la concentración necesaria para la mínima memorización, así como entre la facilidad y el esfuerzo que requiere cualquier aprendizaje. Tampoco podemos olvidar la lectura, base para un buen aprendizaje y del desarrollo de nuestro cerebro”, concluyó.
Currículo centrado en la persona basado en competencias
El Ministerio de Educación, en la figura de su máximo representante, tuvo su espacio en la agenda del día para realizar una exposición magistral centrada en el derecho a la educación y en el reconocimiento de un currículo centrado en la persona basado en competencias.
El titular de Educación enfatizó la importancia de reformular el sistema educativo a través de la implementación de la “5A de la educación”, que comprende la asequibilidad, accesibilidad, aceptabilidad, adaptabilidad, y apertura y rendición de cuentas. Destacó que “la educación debe ser concebida como un esfuerzo colaborativo que genere nuevos conocimientos” y subrayó que “las escuelas deben reflejar la sociedad, no ser entidades separadas”. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de que las escuelas sean más transparentes y estén abiertas a la comunidad, fomentando una mayor participación de esta en el ámbito educativo.
Además, el ex ministro mencionó la relevancia de observar experiencias internacionales para comprender que “el cambio curricular es esencial.” Resaltó que “el enfoque hacia la educación por competencias centrado en las personas es la dirección que demanda la sociedad actual.” Destacó que países como Canadá, Finlandia, España, Singapur y varios países de la región ya están realizando cambios significativos en la flexibilización de sus planes de estudio. En este contexto, acentuó la importancia de que el currículo se centre en las competencias individuales y no solo en el cumplimiento de asignaturas, apostando por una educación adaptada a las necesidades particulares de cada estudiante. En el evento también concurrieron visiones globales que justifican el cambio del currículo que actualmente se está desarrollando.
Así, Ernesto Vladimir Mirt, especialista en educación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), ofreció un punto de vista técnico y sintetizó algunas estrategias prácticas para docentes en la implementación del currículo centrado en la persona basado en competencias.
En opinión del representante del organismo internacional: “Es fundamental revalorizar y repensar la profesión docente como un esfuerzo colaborativo que no solo transmite conocimientos, sino que también genera nuevos saberes. La enseñanza debe ser entendida como un proceso más amplio que simplemente dirigir a los alumnos a través de actividades en un aula cerrada. Es crucial apoyar la autonomía y la libertad de los docentes, permitiéndoles participar activamente en el debate público sobre el futuro de la educación”.
También añadió que un instrumento clave de política pública es la promoción de aprendizajes vivenciales y significativos, que involucren a los estudiantes de manera activa en su proceso educativo. “De esta forma -finalizó- se fomenta una educación más inclusiva y adaptada a las necesidades de la sociedad actual”.
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