Próximos a finalizar un nuevo ciclo escolar, la búsqueda de actividades de ocio y esparcimiento se convierte en uno de los objetivos principales de los padres de familia para que de esta forma los niños puedan socializar y fomentar sus habilidades artísticas, deportivas entre otras. Sin embargo, es importante considerar algunos puntos como la vacunación para preservar su estado de salud y evitar contratiempos en el verano.
Las vacunas se han convertido en una herramienta clave de prevención y representan uno de los avances más importantes de la medicina moderna por su capacidad de salvar millones de vidas; erradicaron la viruela y han permitido reducir la incidencia de otras infecciones, como la poliomielitis, causante de problemas crónicos de salud o de muerte infantil. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), las vacunas salvan más de cinco vidas cada minuto, de modo que, antes de la llegada de la COVID-19, se han evitado hasta tres millones de muertes al año.
Contar con un esquema de vacunación completo, permite a los niños desarrollar de manera óptima su sistema inmune y evitar contraer infecciones o virus que pueden estar en el ambiente, sobre todo cuando se relacionan con otros niños. Tras haber palpado los efectos de la pandemia del covid-19 , más que nunca la inmunización debe considerarse como fundamental. De acuerdo a la edad, es importante consultar con nuestro pediatra cuáles son las dosis que se requieren y como aportaran en la salud de los más pequeños.
Es así, que la vacunación se convierte en un aliado para el crecimiento y desarrollo normal de los niños y jóvenes sobre todo durante su tiempo de vacaciones, un espacio en el que buscan divertirse y evitar pausas por reposo médico, para aprovecharlo y disfrutarlo al máximo.
La vacunación desde edades tempranas garantiza una mejor absorción de nutrientes aún en la etapa de lactancia. MSD ha desempeñado un papel fundamental y decisivo en la historia de las vacunas, contribuyendo a la prevención de enfermedades como el sarampión y paperas, y de patologías que hasta hace pocos años se creían que nunca podrían ser prevenidas como el cáncer cervical. Su trabajo en investigación y producción de vacunas está impulsado por el anhelo de brindar cobertura a la población, y en ese sentido, conseguir que su acceso sea más asequible y equitativo en los países con menos ingresos.