Muchos bienes que ingresan en la sociedad de consumo, resultan ser una innovación que satisfacen las necesidades del ser humano. Cuenca, ciudad región acoge al primer automóvil en el año de 1912, traído por Federico Malo Andrade. Si bien este elemento fue importante para la ciudad, nadie se imaginaba en ese tiempo que el auto se convertiría en un problema en la movilidad. Cuenca históricamente ha padecido de una abrupta transformación de su paisaje urbano que afecta al buen vivir de sus habitantes, transformación que ha servido para “facilitar” la circulación de un creciente número de autos. Los efectos negativos han afectado a peatones, ciclistas y pasajeros de transporte de servicio público.
Las estadísticas son sumamente alarmantes por el obeso parque automotor imperante, el actual modelo de movilidad en nuestra ciudad provoca impactos negativos, especialmente en el ámbito ambiental. Estas circunstancias conducen a la búsqueda de eficientes sistemas de gerenciamiento y de gestión sobre movilidad. Desde la ciudadanía hemos proponemos ejecutar planes efectivos que provoquen efectos de impacto en temas de movilidad.
Somos los caminantes, ciclistas y usuarios del transporte de servicio público, quienes exhibimos orgullosos y dignificados nuestra opción de movilidad más activa, sana y sostenible. Este tipo de acciones ciudadanas buscan desenmascarar muchos de los mitos, que se nos intentan vender con respecto a los modos limpios de trasporte como el caso de la bicicleta. Los habitantes de Cuenca debemos tener una visión de ciudad en donde la prioridad no sea el auto sino el ser humano, siendo un factor necesario para generar cambios permanentes. Las autoridades serán las encargadas de legislar y crear políticas que desincentiven el uso del auto. Lo planteado es un reto difícil, pero no imposible.
A propósito del Día Mundial Sin Auto que celebraremos el pasado 22 de septiembre, desde la ciudadanía planteamos abrir profundos espacios para repensar la ciudad, exhortamos a las autoridades y al vecino para que dejen el auto en casa y se desplacen a pie, en bicicleta, en transporte de servicio masivo, adopten la intermodalidad del transporte y el auto compartido a fin de acceder al derecho a la ciudad. Todas las acciones encaminadas a la construcción de una ciudad sostenible, deben ir acompañadas de procesos de concienciación, para el cambio de paradigmas en materia de movilidad. (O)