En Cuenca se lee poco, ¿Qué hacer?
07/07/2024Vacaciones
18/08/2024Desde lo alto y sublime, descansa sobre tu testa fría, bajo su sombra inmensa abriga la alegría, el amor, los estantes de belleza infinita, todo lo que es natura en sus ramas se anida. Humilde en las cabezas, sobre canas que emanan, sabiduría inmensa y experiencias vivas. Eres toquilla, cañamazo, manos que abrigan la fibra y el tiempo como memoria eterna.
El tejido en paja toquilla, es un tramado humano de textura delicada e infinita. Los tejedores en pretérito han sido leyenda de progreso y explotación, ellos recibían una quinta parte de las cantidades cuando entregaban los sombreros casi terminados.
La comercialización y exportación de estas delicadas mercancías, fue una fuente importante de divisas para la economía comarcana a lo largo de su historia. En su época, las autoridades del Azuay, considerando que la extensión de la industria del sombrero contribuiría a sacar de la crisis económica que sufría la región, consiguen que el tejido del sombrero se enseñe en las escuelas y es así que pronto se generaliza en Cuenca y la región.
En 1935 el escritor y poeta G H Mata, escribió “Chorro Cañamazo”, pintura de la realidad social y su denuncia de la humillante situación del indígena, dieron motivo para que algunos de sus escritos fueran incautados o quemados, por contener ideas “sociales y revolucionarias”, libros que fueron sacados de los almacenes de la imprenta de la Universidad de Cuenca y destruidos por las llamas en la plaza pública por orden del rector Remigio Crespo Toral, que no quería enfrentamientos con los dueños de los monopolios de sombreros; el autor había guardado una copia y pudo publicarlo en 1968.
En Cuenca en el tradicional e histórico barrio del Chorro casi todos se dicaban a la confección de sombreros, era el sustento de muchas familias.
El “Tejido tradicional del sombrero de paja toquilla ecuatoriano” es un nuevo reconocimiento concedido por la UNESCO el 5 de diciembre de 2012 incluyó a esta manifestación, que se ha mantenido durante siglos, dentro de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
“Sombrero querido, testigo de todos sus crueles dolores y mis desengaños, el sol y la lluvia y el viento y el polvo de tantos caminos, de blanco que fuiste te han vuelto moreno”, extracto del poema laureado “Romanza del sombrero de paja toquilla” de Ricardo Darquea Granda.
Mi homenaje a los artífices del sombrero, a los cañamazos y la toquilla, que pincelan la vida como trazos de arcoíris, sus sueños reflejan en la esperanza de cada semblante, vestidura cavilando en el baile de la vida.