
Agenda Cultural Única para Cuenca
29/11/2023
Perspectiva Energética Global 2023 de McKinsey: Desafíos y Oportunidades en la Transición Energética
21/12/2023Empolvado y viejo encontré mi libro de primer grado, de entre las pálidas y ajadas hojas, volaron mis recuerdos como mariposas de colores, recordé mi infancia y mis travesuras, el aula de clases, el patio, el buen maestro y mis compañeros, infantiles cantos, lejanos e ingenuas leyendas y cuentos, libro amigo mío, fiel compañero, eres en mi vida cofre de recuerdos. El libro es sin duda alguna una de las creaciones más relevantes del ser humano no sólo en lo que hace a la conservación sino también a la transmisión de la cultura, de la ciencia, de la historia, de la filosofía.
La lectura en la actualidad, perdió su importancia y valor que tuvo, ésta era considerada una herramienta de poder para quienes la poseían, y lograba llevar a reflexionar, atravesar más allá de las fronteras impuestas por la cultura, romper los tabús creados por la religión, y explorar a través de la imaginación sin explicaciones científicas. No siempre fue permitido al ser humano tener la habilidad de leer, sólo pocos “los privilegiados” de altas élites eran quienes dominaban esta práctica, y por esta razón ocupaban un lugar “importante” dentro de la sociedad. Pero en la actualidad, la lectura es reemplazada por otros mecanismos que pretenden facilitar la vida de los ciudadanos, quienes se encuentran sumergidos dentro de las prácticas deshumanizantes.
Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. Jorge Luis Borges manifestó que el libro es la “extensión de la memoria y la imaginación”. Esta expresión es contundente, ya que en la escritura están condesados los pensamientos, las ideologías, los valores y los conocimientos de cada cultura en una época específica de la historia. Recomiendo una píldora diaria de lectura, para evitar un embarazo de ignorancia.
Es preocupante el decremento del acceso al libro y a la lectura por parte de la ciudadanía, queremos, más lectores, escritores y poetas, el país del libro, del pensamiento. No olvidemos que la cultura es el eje transversal de las transformaciones sociales. Debemos estimular y auspiciar la lectura y proteger al libro como un bien público, es una responsabilidad del Estado, no una agenda privada de cada individuo, la iniciativa para crear la Ley para el Fomento de la Lectura y el Libro. Se requieren políticas de Estado para apoyarlas y estimularlas. Deben contemplar aspectos tan importantes como el precio único, para evitar abusos sobre el público lector, y la creación de un consejo que coordine las políticas públicas en la materia. (O)