Es el grito y clamor no solamente de quienes hacemos de la bicicleta un medio de transporte, sino también de los ciudadanos que aman y respetan la vida. En lo que va de año varios ciclistas y peatones fueron víctimas a consecuencia de los altos niveles de accidentabilidad que se registran en la ciudad, debido a las altas velocidades que imprimen los autos y la falta de infraestructura para quienes usan la bicicleta como medio de transporte. Desde nuestra orilla, rendimos homenaje a todos quienes fallecieron y expresamos nuestra sentida nota de pesar a sus familiares.
La vida se respeta más desde la retórica que desde la práctica, a veces pareciera que la vida no tiene valor alguno si de llegar rápido, o de demostrar el poderío tras el volante se trata. Los ciclistas urbanos no interrumpimos el tránsito, somos tránsito, es incómodo competir con el automotor, da la impresión que los conductores de bus, auto y taxi estuvieran permanentemente haciendo su mejor esfuerzo para incomodar.
Señor lector, por favor baje la velocidad, ejercite la paciencia tras su volante; la vida del ciclista y del peatón también es sagrada. Hacemos un llamado a los ciudadanos y entidades municipales para construir de forma colectiva un escenario en donde la convivencia sea pacífica y respetuosa, entre peatones, ciclistas y conductores de autos, para no volver a lamentar la pérdida de vidas humanas. Una nueva cultura de la movilidad debe surgir en nuestra ciudad y esta cultura ha de surgir a golpe de pedal. Cuenca sucumbe asfixiada por un tráfico creciente, el auto se ha hecho dueño y señor del espacio urbano, el tráfico automovilístico impregna y condiciona nuestra vida diaria.
La bicicleta representa una solución a muchos de los problemas de movilidad que existen actualmente. Por eso, se necesitan estrategias para mejorar la seguridad ciclista y así fomentar la bicicleta como una opción de transporte. Los ciclistas, así como los peatones, somos los usuarios más vulnerables, por lo que es importante aumentar la seguridad mediante una estrategia integral y la construcción de ciclovías.
Los peatones y ciclistas encabezamos la jerarquía de la movilidad, esta jerarquía establece que la inversión, el diseño, y la construcción de vías y el espacio público debe priorizar la protección de los usuarios vulnerables en términos de accesibilidad y seguridad vial. Una ciudad amable y equitativa es una ciudad que protege y da prioridad a las poblaciones vulnerables. Ante lo ocurrido, nuestra permanente voz seguirá concienciando en la comunidad sobre el respeto al ciclista y al peatón. (O)