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12/05/2022Saber leer es un proceso que define la forma de comprender el mundo. De hecho, el acto lector se entiende como la capacidad de extraer la información de un texto e interpretarla a partir de sus conocimientos previos. Algunos autores lo consideran como una de las mayores conquistas de la vida escolar pues los estudiantes leen para aprender a leer y esto se vuelve en una actividad de constante evolución.
Para leer es necesario que el/la niño/a pueda decodificar, extraer el significado y comprender el mensaje. En las habilidades lectoras, se podría diferenciar entre habilidades de decodificación propiamente (la habilidad de acceso al significado de las palabras) y habilidades de comprensión (llegar a construir una representación mental de lo que dice el texto).
Algunos autores explican que el fin último de la lectura, la comprensión, exige la compleja participación de diferentes procesos psicológicos. Los procesos integrados como el reconocimiento de palabras, acceso léxico, análisis sintáctico y análisis semántico-pragmático están estrechamente vinculados con la capacidad de la memoria operativa. Es decir, la forma en que procesamos la información definiría la posibilidad de comprender el texto. La memoria operativa es el componente cognitivo que permite registrar, mantener y manipular la información. Otros autores agregan también la participación de otras funciones cognitivas relacionadas como la atención, concentración, velocidad de denominación y la amplitud de vocabulario
Varios autores afirman que la función perceptiva determina de gran manera la forma de aprender a leer. La información visual que es adquirida a través de los movimientos de los ojos va a facilitar los procesos de reconocimiento de las letras, palabras, oraciones y la orientación al momento de leer. Desde esta perspectiva, Irlen afirma que el síndrome de sensibilidad escotópica o estrés visual, como trastorno del procesamiento perceptivo visual podría generar distorsiones visuales perceptivas y malestares físicos. Según la autora, estas dificultades ocasionan otros tipos de reacción como el evitar leer, baja atención sostenida, fácil distracción, búsqueda de espacios con luz tenue para leer, la necesidad de volver a leer textos para la comprensión, demora en el cumplimiento de tareas, así como la creación de otras estrategias para el aprendizaje como preferir escuchar a tener que leer.
Todas estas características nos han permitido concluir que la lectura conlleva más que un solo proceso de aprendizaje escolar. En la Universidad de Cuenca desde el año 2012 se viene investigando sobre los procesos implicados en la lectura. Un proyecto de 2015 había identificado a nivel escolar las dificultades y malestares perceptuales que los niños sentían al momento de leer. Años más tarde, el autor de este texto y otros, ampliaron un análisis de los procesos que comprometían la comprensión y la capacidad perceptiva. En el 2020, en proceso de publicación, se ha podido describir cómo se encuentran las habilidades lectoras en escolares de quinto de básica y cómo ha influido los procesos perceptivos. Actualmente como proyecto en marcha, estamos trabajando en la intervención para mejorar las habilidades de la lectura, los procesos psicológicos de las funciones ejecutivas y la inteligencia emocional.
Texto: David Tacuri Reino