• ¿Desea anunciarse con nosotros?
  • 098 501 2517
  • publicidad@elnuevotiempo.com
logo-okkkkkNoticiasNoticiasNoticias
  • Home
    • Independencia
    • Elecciones
    • ¿Quiénes Somos?
    • Conózcanos
    • Contáctenos
    • Mundialito
  • Al día
    • Comunidades
    • Tecnología
  • Investigación
  • Negocios
    • Servicios
  • Deportes
  • Blogs y Opinión
    • Eriales Perdidos
    • Letra y Música
  • Multimedia
    • Video
    • Especiales
    • Podcast
  • Home
    • Independencia
    • Elecciones
    • ¿Quiénes Somos?
    • Conózcanos
    • Contáctenos
    • Mundialito
  • Al día
    • Comunidades
    • Tecnología
  • Investigación
  • Negocios
    • Servicios
  • Deportes
  • Blogs y Opinión
    • Eriales Perdidos
    • Letra y Música
  • Multimedia
    • Video
    • Especiales
    • Podcast
✕
El diseño en la Navidad y Año Nuevo
04/01/2021
Los fenómenos de transporte: transferencias de cantidad de movimiento, calor y masa.
18/01/2021

Fiesta, la celebración popular en tiempos de pandemia

Publicado por Colaboradores el 11/01/2021

La fiesta desde una perspectiva antropológica ha sido definida como un “hecho social total”, constituido de manera más o menos invariable por un carácter cíclico, repetitivo, e inmerso en el ritual, convirtiéndose así en el medio de circulación de manifestaciones simbólicas que contribuyen a dar sentido al tiempo y a delimitar el espacio.

Esta apreciación propia de la visión cultural es aplicable al contexto festivo del fin de año, con el que nos acercamos a la culminación de un ciclo, haciendo referencia al tiempo anual transcurrido desde su nacimiento acontecido doce meses atrás.

Este fin, lejos de marcar la culminación señala entre otros sentidos el inexorable renacimiento marcado por un nuevo inicio, condición cíclica del tiempo, en cuyo estado liminar se desarrolla la celebración festiva, especie de umbral que permite recapitular lo ido e imaginar el porvenir de manera simbólica y en muchas ocasiones propiciatoria alimentando así la esencia de lo que somos.

La Navidad, el Año Viejo, el Año Nuevo y los Santos Inocentes, son cuatro eventos festivos y rituales consecutivos que señalan la transición entre momentos aparentemente antagónicos, en los que se yuxtapone el inicio y el fin, expresando la continuidad de los ciclos. Momentos comprendidos y expresados según las lógicas particulares de la sociedad que los impulsa y que permiten leer lo que somos. Así, los Pases del Niño tripulados de  “Mayorales” de la vieja hacienda junto al “Niño” en el pesebre y el último súper héroe de los cómics desfilan como una unidad indisoluble, las Viudas masculinas, que en llanto gutural ante monigotes que antropomorfizan el tiempo ido, dan tumbos en el Año Viejo, los buenos deseos y la promesa de cumplimiento de metas inalcanzables realizadas en el primer minuto del primer  día del nuevo año en medio de “cábalas” propias del realismo mágico, dan inicio a un tiempo regenerado, y las inocentadas, sátiras y actuaciones encubiertas tras máscaras, transgreden ritualmente lo permitido, entremezclando contextos religiosos y profanos y cumpliendo con una importante función; la de actuar como válvula social de escape ante las tensiones acumuladas en la vida cotidiana.

El ciclo anual que acabamos de cerrar ha sido particular, un año  en el que las previsiones  y la planificación no han bastado poniendo al mundo “de cabeza” y haciendo que los sortilegios y el ritual sean hoy doblemente necesarios, por lo que la fiesta popular, sus formas y espacios, sus personajes y rituales, en lugar de convertirse por las actuales circunstancias en algo próximo a aquello que Augé denomina un “No Lugar”, (Haciendo referencia a aquellos espacios de tránsito que no tienen la importancia suficiente para ser considerados como puntos de desarrollo de las cosas con sentido), sin duda buscarán vías de expresión y construcción de nuevos y profundos significados acordes con el tiempo y las circunstancias que vivimos, que lejos de volverlas inoperantes las fortalecerán y nos fortalecerán, ¡Total…! la Cultura y sus manifestaciones  para estar vivas deben estar constituidas de constantes transformaciones creadoras que las doten de nuevos sentidos.

¡Que vivan las fiestas!

Compartir
1
Colaboradores
Colaboradores

Articulos relacionadas

05/08/2022

Espacio ≠ Lugar


Leer mas
22/07/2022

La ciudad del futuro, una ciudad para los niños y niñas


Leer mas
08/07/2022

Cartografía social como recurso metodológico para el análisis del patrimonio arqueológico


Leer mas

Síganos en nuestras redes sociales

BUSCA EN NUESTRO SITIO

✕

Publicidad

Your browser does not support HTML5 video.

Publicidad 02-06-2022

Your browser does not support HTML5 video.

Publicidad

Your browser does not support HTML5 video.

Todos tienen una forma diferente de ver la vida Nuestra forma de verla, es generando En ELECAUSTRO no solo generamos energía en nuestras centrales y proyectos. De la mano contigo, comprometidos siempre Generamos conciencia y conservación ambiental generamos trabajo, desarrollo y futuro ELECAUSTRO Agua y energía limpia para la vida

Your browser does not support HTML5 video.

Noticias en imágenes

Suscribase a nuestro
Newsletter

Las últimas noticias a su correo

Registrese
¡Atención!

Derechos reservados por EL NUEVO TIEMPO. Está prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, de todos los contenidos sin autorización previa.

© 2022 Potenciado por Monalisa Media
  • ¿Desea anunciarse con nosotros?
  • 098 501 2517
  • publicidad@elnuevotiempo.com
Scroll Up
  • inicio
  • Al día
  • Deportes
  • Tecnología
Menú
  • inicio
  • Al día
  • Deportes
  • Tecnología